La reciente presentación de robots fabricados por Tesla ha despertado gran interés en la industria manufacturera global y local. Estos dispositivos, diseñados para automatizar tareas repetitivas, peligrosas y monótonas, prometen transformar los procesos productivos al incrementar la eficiencia, reducir los errores y elevar los estándares de seguridad en las líneas de producción.
Para explorar este avance, hablamos con el Ingeniero Jairo Montoya, director del programa de programa de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad de La Salle, quien destaca que “estos avances son positivos porque aportan a mejorar la eficiencia y seguridad en los procesos”. A través de una tecnología que emplea sensores avanzados y actuadores que controlan el equilibrio y la interacción con el mundo físico, estos robots se han convertido en aliados valiosos para el mantenimiento preventivo y correctivo en la industria.
El Ing. Montoya subraya que, además de apoyar tareas repetitivas y el manejo de cargas, estos robots también facilitan el transporte en fábricas, la distribución y clasificación de productos, y la optimización de los procesos de logística. En países en desarrollo como Colombia, esta innovación “mejorará los procesos productivos, incrementará la precisión en tareas específicas y exigirá la formación de profesionales con conocimientos sobre estas tecnologías emergentes”.
Robots en el ámbito doméstico y los desafíos éticos
Tesla ha diseñado estos robots no solo para la industria, sino también para que puedan coexistir en entornos humanos. Sin embargo, el ingeniero Montoya considera que su integración en hogares y ambientes laborales presenta retos técnicos y éticos importantes. En el ámbito doméstico, los robots pueden ser útiles para monitorear la salud, asistir en tareas de limpieza y cuidar de personas mayores, pero, en palabras del experto, el desafío ético radica en “evitar que estos robots entren a suplir o reemplazar las relaciones humanas”. Es esencial que se les considere como herramientas tecnológicas y no como sustitutos emocionales, un reto importante en el que las universidades también deben desempeñar un papel educativo.
La academia como promotora de innovación y adaptación local
El programa de ingeniería mecatrónica de la Universidad de La Salle se encuentra preparado para integrar estos avances en su malla curricular y capacitar a sus estudiantes en temas de inteligencia artificial, robótica avanzada y nuevas tecnologías. Para el ingeniero, la misión de las universidades consiste en adquirir y adaptar estas tecnologías, impulsando líneas de investigación interdisciplinarias que aborden temas de robótica, impresión 3D, control de movimiento y ciberseguridad.
“Las universidades deben fortalecer sus líneas de trabajo investigativo, plantear mejoras y evaluar el impacto de estas tecnologías en la industria y la sociedad”, afirma el director. Además, sugiere que la colaboración entre sector productivo, gobierno y academia puede facilitar la implementación de estos desarrollos en el contexto colombiano, permitiendo una transferencia de tecnología efectiva y la creación de oportunidades de empleo y crecimiento.
Investigación y oportunidades en Colombia
El ingeniero Montoya identifica áreas clave de investigación que deben recibir más atención, como el desarrollo de sensores para la interacción humano-robot, el control de movimiento, la ciberseguridad en equipos robóticos y el diseño de mecanismos eficientes. Además, recalca que “algunas de estas tecnologías de Tesla pueden adaptarse o replicarse en el contexto colombiano, y ello representa una oportunidad para crear empleos, colaborar con empresas tecnológicas, y articular el trabajo entre sector productivo, gobierno y academia”.
La innovación en robótica no solo está transformando el presente de la industria manufacturera, sino que promete abrir un abanico de posibilidades para los profesionales del futuro en Colombia.
