La prevención del Derrame Zoonótico se refiere a cuando una población con alta presencia de patógenos y entra en contacto con una nueva población de huéspedes, este derrame es más común de lo que parece, pues más de dos tercios de los virus humanos son zoonóticos, es decir de origen no humano. El impacto que dejó el COVID-19 en la salud de la humanidad a nivel mundial ha generado extensos debates sobre cómo la sociedad y el sistema de salud debe prepararse y protegerse mejor contra una próxima pandemia. Es por eso que surge la iniciativa de crear este documento titulado “Prevention of zoonotic spillover”.
Es esencial definir la "prevención de los efectos indirectos" en el contexto de la prevención de brotes, enfermedades endémicas, epidemias y pandemias para garantizar la alineación con la priorización de acciones y recursos. Es por esto que se construye esta investigación donde Natalia Cediel Becerra, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de La Salle es participe de este proceso investigativo que tiene como objetivo abogar y promover la prevención del “derrame” de patógenos de los animales a las personas, cambiando el paradigma del control de las enfermedades infecciosas de reactivo a proactivo
“En la actualidad, el término prevención se usa de manera diferente en diferentes contextos. Por ejemplo, en salud pública se refiere a la prevención de que ocurran enfermedades humanas o a la prevención de pequeños brotes de enfermedades localizadas en las personas para que no se propaguen y se conviertan en una epidemia o pandemia”, explica la profesora Natalia.
En el documento se establece que las acciones para prevenir la propagación de enfermedades son más rentables que las actividades de respuesta. Se calcula que los costes de prevención oscilan entre los 10.000 y los 31.000 millones de dólares anuales en todo el mundo, mientras que la respuesta a las recientes crisis de enfermedades infecciosas, como las epidemias de Ébola y Viruela Símica, cuestan más tiempo y dinero de lo que se necesitaría para poner en marcha enfoques de prevención. Por ejemplo, las pérdidas económicas previstas por la pandemia de COVID-19 se estiman en casi 14 billones de dólares hasta 2024.
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Actualmente se está negociando un tratado internacional sobre pandemias, su finalidad es reforzar las capacidades y la resiliencia nacionales, regionales y mundiales frente a futuras pandemias. Dicho instrumento también permitiría garantizar los contactos políticos de alto nivel, de manera continua y a largo plazo entre dirigentes de todo el mundo, establecer tareas y procedimientos claros además de promover el apoyo a largo plazo para los sectores público y privado
Hay que enfatizar en la prevención de los impulsores antropogénicos de derrame zoonótico de patógenos. Estos factores que moldean el riesgo son la caza, captura, cría y matanza/preparación de animales salvajes, la ganadería intensiva/de alta densidad especialmente vinculada a inadecuada bioseguridad, el comercio de animales vivos y productos animales y por último la deforestación.
Si quieres consultar el documento final puedes hacerlo aquí.
