La Inteligencia Artificial (IA) ha demostrado ser una herramienta revolucionaria en diversas industrias, y las ciencias agropecuarias no son la excepción. Néstor Cordero, docente del programa de Administración de Agronegocios de la Universidad de la Salle destacó que, a pesar de algunos rezagos en Latinoamérica, a nivel mundial, la IA ha avanzado significativamente y está transformando la agricultura en múltiples aspectos.
“Uno de los avances más notables de la IA ha sido en la agricultura de precisión donde esta tecnología ha realizado la recopilación de datos en tiempo real mediante sensores y drones, permitiendo a los agricultores tomar decisiones fundamentadas de manera más rápida en cuanto a riego, fertilización, control de plagas, alimentación animal, reduciendo los desperdicios de recursos y minimizando el impacto ambiental”. Esto no solo aumenta la productividad y beneficia a los agricultores, sino que también contribuye a la sostenibilidad al reducir el desperdicio de recursos y mejorar la eficiencia en la producción agrícola.
Según expresa el docente, la implementación de la inteligencia artificial en la agricultura es más lenta en el sector agropecuario, especialmente entre las generaciones mayores, debido a la falta de infraestructura para su adopción generalizada. No obstante, el experto destacó la oportunidad de democratizar la información y hacer que la tecnología sea accesible para todos, lo que podría fomentar la asociatividad y ayudar a los pequeños productores a utilizarla para mejorar la competitividad y la sostenibilidad de sus producciones.
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Sobre el futuro de la inteligencia artificial, Cordero detalla que es un terreno complejo y cambiante expresando que esta tecnología desempeñará un papel fundamental en el sector agropecuario apoyando diversas tareas antes realizadas por extensionistas. “Esto no supone la obsolescencia de los profesionales, sino una transformación de su rol hacia la capacitación y supervisión de estas tecnologías. Además, la capacidad de recopilar y procesar datos de manera efectiva y convertirlos en información comprensible tendrá un impacto en la formulación de políticas públicas, promoviendo un enfoque tecnocrático y basado en datos para tomar decisiones con menor incertidumbre”.
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